LA ESTRATEGIA DE LA DERECHA PARA CON LA TELEVISIÓN PÚBLICA

Dejando claro que considero un error de libro el que en su día ZP dejase a RTVE sin los ingresos publicitarios para desviar estos ingresos hacia las privadas, que acabaron siendo insostenibles y absorbidas por otros grupos mediáticos, como en su día muchos ya previmos, el gobierno del PP ha acabado con la esperanza de consolidar una televisión pública como ya creímos haber alcanzado: plural, independiente del poder político directo, y creíble, como demuestra el grandísimo respaldo social que ha recibido (y recibe) durante estos años. Pero con el ajuste de 200 millones menos en sus presupuestos y la normativa que han anunciado para la elección del equipo directivo de la corporación, mucho nos tememos que no es sino el principio del fin.
Y respecto a las autonómicas, y como ya hemos señalado en otra entrada, mientras las ahogan financieramente para luego sanearlas y venderlas-regalarlas a sus amigos para controlarlas mejor con aquello de que "es privada", ya han anunciado un cambio legislativo que permitirá sus privatizaciones, con amenazas incluidas a su cumplimiento en forma de intervención.
Afortunadamente, ya se oyen voces que reivindican su soberanía constitucional para este tipo de decisiones; en cualquier caso, saben que hay negocio privado a corto y medio plazo (a futuro, todos muertos, como decía Keynes) y sobre todo, necesitan el control de toda la información, desconocedores de que ya es tarde: la ciudadanía es tan inteligente que a través de la red se está produciendo una revolución social que no son capaces de vislumbrar; cuando sean capaces de vislumbrarlo, intentarán ponerles puertas al campo...
Las únicas puertas que debemos poner nosotros, la ciudadanía, son las que les impidan tanta fullería y tanto atentado a la libertad de expresión, y que consigamos, así, entre todos que para entonces les sea imposible tomar las decisiones que tienen en cartera y poner aquellas puertas al campo, ese que creen siempre que les pertenece por naturaleza...