miércoles, 18 de abril de 2012

MIS IMPRESCINDIBLES (y 20)

"Tengo un hambre feroz".
Ella sacia su sed con una dulce fragancia...
Ay!, la pena que sufrimos..
Y qué dulce era el mundo...
Anhelos y deseos. Y todas las ausencias...
Se trataba de eso, de huir...
Quizá para siempre: El amor es igual que el humo...

Ya sabes: me gustas cuando callas (y no estabas ausente); pero más me gustas "cuando mientes"...

Luis Alberto de Cuenca nos contó esos momentos de la vida cotidiana ya hechos literatura; al modo de Gil de Biedma, quizá la más grande de las fuentes de tanto poeta español... Y desde que leí este poema, a pesar de sus veleidades tan conservadoras, esas posiciones tan en contradicción con el arte y la creación literaria, es uno de mis imprescindibles...

El desayuno

Me gustas cuando dices tonterías,
cuando metes la pata, cuando mientes,
cuando te vas de compras con tu madre
y llego tarde al cine por tu culpa.
Me gustas más cuando es mi cumpleaños
y me cubres de besos y de tartas,
o cuando eres feliz y se te nota,
o cuando eres genial con una frase
que lo resume todo, o cuando ríes
(tu risa es una ducha en el infierno),
o cuando me perdonas un olvido.
Pero aún me gustas más, tanto que casi
no puedo resistir lo que me gustas,
cuando, llena de vida, te despiertas
y lo primero que haces es decirme:
«Tengo un hambre feroz esta mañana.
Voy a empezar contigo el desayuno».

LUIS ALBERTO DE CUENCA


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