martes, 10 de abril de 2012

MIS IMPRESCINDIBLES (13)

Eran aquellas noches de verano. Y eran los versos de Machado... Aquellos versos que nos enseñaban a cantarlos Serrat y Paco Ibañez... 
Sí, eran poetas inmensos, tan inmensos como su pasión por lo humano, por lo que importaba -y sigue importando- en aquellas tardes lentas, llenas de una cierta melancolía y una infinita tristeza en la España de Frascuelo y de María, aquella España que no cambia...

INVENTARIO GALANTE.

Tus ojos me recuerdan
las noches de verano,
negras noches sin luna,
orilla al mar salado,
y el chispear de estrellas
del cielo negro y bajo.
Tus ojos me recuerdan
las noches de verano.
Y tu morena carne,
los trigos requemados,
y el suspirar de fuego
de los maduros campos.

Tu hermana es clara y débil
como los juncos lánguidos,
como los sauces tristes,
como los linos glaucos.
Tu hermana es un lucero
en el azul lejano...
Y es alba y aura fría
sobre los pobres álamos
que en las orillas tiemblan
del río humilde y manso.
Tu hermana es un lucero
en el azul lejano.

De tu morena gracia
de tu soñar gitano,
de tu mirar de sombra
quiero llenar mi vaso.
Me embriagaré una noche
de cielo negro y bajo,
para cantar contigo,
orilla al mar salado,
una canción que deje
cenizas en los labios...
De tu mirar de sombra
quiero llenar mi vaso.

Para tu linda hermana
arrancaré los ramos
de florecillas nuevas
a los almendros blancos,
en un tranquilo y triste
alborear de marzo.
Los regaré con agua
de los arroyos claros,
los ataré con verdes
junquillos del remanso...
Para tu linda hermana
yo haré un ramito blanco.

ANTONIO MACHADO





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