lunes, 2 de abril de 2012

DERROTA, SENSIBILIDAD...

LO QUE ME QUEDA DE MIS DÍAS...

Decía Louis Gabriel Bonald (quizás sea antepasado de Caballero Bonald) que "un hombre puede no ser igual a otro, pero siempre será su semejante". 
Hoy, cuando todo lo que creímos ya alcanzado para siempre se nos va desmoronando ante nuestro pasmoso asombro de derrota, cuando lo que hasta ayer era civilización y hoy le llaman excesos de todo tipo, pensaba en esta verdadera dimensión de lo humano. Y es que la maldad es humana; la codicia también; y la envidia y el recelo. Y la vanidad y la mentira... 
Y esa es la tragedia humana: por mucho que la historia se repita no terminamos de aprender. Unos siguen sin aparentemente haberse civilizado ante nuestra sorpresa aún intacta; otros, seguimos tan débiles que no alcanzamos a entender que aquello que odiamos también es parte del ser humano en este mundo que llamamos TIERRA... Y al parecer, esa parte innoble desde nuestro punto de vista, es farsa de lo primario y obsceno, esos ámbitos oscuros de los humanos, es lo que triunfa y lo que se estima y aplaude...
Lo demás, no importa. Le llaman derrota; y sensibilidad...



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