martes, 23 de abril de 2019

EN OTRA HUIDA...

Mañana hará un mes desde que salí de Málaga; tras 8 días por Portugal, a primeros de abril entré en Foz, Galicia...
Y no he parado: excursiones, lecturas, descansos...
Y sobre todo no he cesado de asombrarme una y otra vez de esta tierra y sus asuntos...
Más allá de un suertudo: me ha hecho y me está haciendo un tiempo fenomenal...

´¡Señor, qué prodigio el de la Naturaleza!!!



















domingo, 7 de abril de 2019

UNA INOLVIDABLE SEMANA EN PORTUGAL ANTES DE OTRA INSUPERABLE SEMANA YA EN FOZ (GALICIA)

Apenas dormí aquel pasado lunes 25 del pasado mes de marzo por mor de una nueva huida más larga en el tiempo... Y tras atravesar Sevilla, llegar al Odiel, recordar a tantos amigos, recorrer parte del Algarve portugués y alcanzar Grandola Vila Morena... y tantas emociones al dejar Troia y la Sal de Alcáser... y llegar a Almada y encontrar mi casa que será efímera pero acogedora, en Cacilhas, enfrente de Lisboa que ya me espera y desespera cual amada despechada y abandonada un solo instante siquiera, fue tan emocionante como inolvidable y eterno sentimiento ya... 
Y PESSOA, intranquilo ante mi llegada..




Caminante no hay camino...
Sí, lo importante es el viaje... 
Pero hay cada destino!!!




Y el tren me llevó a Cascais...
La elegante y revisitada Cascais...
Cuando un día casi de verano...




Y antes de la hora del Ángelus entraba en Óbidos...
Y enmudecí cual librepensador al que cortaron la lengua por hablar de la belleza en este valle de lágrimas que llaman mundo y que regresa de nuevo a la oscuridad de la mentira...
Al cabo, resucité de la pesadilla de verme sin poder hablar... y me dije, entonces: ¿a qué vivir lo vivido si no lo puedo contar?
Y recordé la escritura, quizás el invento más humano para preservar y acumular el conocimiento toda vez enmudeceremos algún día de manera definitiva...
Et voilà la razón de mi transitorio padecer...



Camino del hotel de Óbidos, entro en una coqueta cafetería; tomo un expreso descafeinado con un pastei de nata... Me atiende una hermosa mujer. Y me creo ya su amante...
Al salir, descubro que sólo era un maniquí femenino, sin rostro, coquetamente preparado para la batalla cual cristiana contra el moro!!!
Pero a pesar del desengaño estoy feliz: hasta para la batalla hay que ir con elegancia y la coquetería de una hermosa capa roja que sublimaba a la guerrera de la que me creí su amado...

Tras cruzar medio Portugal y dejar atrás las eternas y revisitadas Porto, Braga y Valença do Minho, entré en convento...
Aquí, en el Convento dos Capuchos de Monçao, peninteciaré mis pecados hasta el próximo lunes, cuando, al fin, llegaré a mi destino: Foz, la tierra que me acogerá una larga temporada...
Y mirad cómo me han preparado los monjes mi estancia en Monçao!!!



En Melgaço, muy cerca de Monçao y también limítrofe con España separadas por el Miño, el río frontera...
Mañana, cuando la primera mañana, abandonaré Portugal. En apenas tres horas alcanzaré Foz...
Y así de hermosa estaba Melgaço para recibirme...



Y eran las 14 horas del pasado lunes 1 de abril y entraba en mi nuevo apartamento de Foz.
Tras descansar algo, me doy el primer paseo por la tierra de Luisa Castro...
Pero eso lo contaré otro día...