Ayer, viendo un documental en La 2 de TVE (quizá de las pocas cosas que se siguen haciendo bien en la televisión en España) que hablaba de la posibilidad de que un tsunami sobre Europa acabaría con Lisboa, me impactó tanto, que soñé con la ciudad de Pessoa... Y para tranquilizarme me fui a cama con textos portugueses; con escritores que amaron a Lisboa; pero sobre todo, me fui con el temor de perderla algún día; cuando uno de los dos ya no esté en el mundo... Y leí a Vergílio Ferreira (Pensar. Acantilado 2006)...
"Lisboa es el río. El resto son los ojos de las casas vueltos hacia él. O hacia la memoria de quién sabe qué. No veo el río donde vivo yo. Por tanto, no vivo en Lisboa, sino en lo que sobra de ella en forma de barrio o campo adyacente"...
Amanezco en este agosto cansino y cruel en temperaturas que me alejan de Lisboa; una Lisboa que temí anoche desaparecida en tsunami; una Lisboa que me persigue por el Chiado, tras ascender por el "Elevador da Gloria" para perderme en Trindade con Caruso, y buscar un fadista que me hable de amores idos y regresados de ultramar...
Una Lisboa que me llena el alma de sabiduría y de luz, blanca y nítida como su río, que platea en Belén, cuando las aguas son abiertas y miran al océano infinito y profundo como un adiós al mundo todo...
Aunque yo tampoco vivo en Lisboa -porque tampoco veo el río-, llegaré pronto a Lisboa; llegaré al río. Porque Lisboa, sí, es el río, el Río Tejo... Y una vez allí, me perderé por el Barrio Alto hasta encontrarte; o quizá en el Castelo de San Jorge, encima de la Alfama, por donde aparecerá un fadista que me hable de ti, que hoy tampoco te nombro...
O quizás vengas conmigo a Lisboa; seré yo, entonces, el que te hable de nosotros, que al fin nos hemos encontrado para sernos eternos supervivientes en los afectos que nos rechaza de mundo; un mundo que cada día -desde hace ya bastante tiempo- amanece cada vez más feo...
Sí, te llevaré conmigo a Lisboa; te llevaré al río...
Viviremos, al fin, en Lisboa...
Lejos de mundo;
lejos de todos;
lejos de ti...
http://www.youtube.com/watch?
"Lisboa es el río. El resto son los ojos de las casas vueltos hacia él. O hacia la memoria de quién sabe qué. No veo el río donde vivo yo. Por tanto, no vivo en Lisboa, sino en lo que sobra de ella en forma de barrio o campo adyacente"...
Amanezco en este agosto cansino y cruel en temperaturas que me alejan de Lisboa; una Lisboa que temí anoche desaparecida en tsunami; una Lisboa que me persigue por el Chiado, tras ascender por el "Elevador da Gloria" para perderme en Trindade con Caruso, y buscar un fadista que me hable de amores idos y regresados de ultramar...
Una Lisboa que me llena el alma de sabiduría y de luz, blanca y nítida como su río, que platea en Belén, cuando las aguas son abiertas y miran al océano infinito y profundo como un adiós al mundo todo...
Aunque yo tampoco vivo en Lisboa -porque tampoco veo el río-, llegaré pronto a Lisboa; llegaré al río. Porque Lisboa, sí, es el río, el Río Tejo... Y una vez allí, me perderé por el Barrio Alto hasta encontrarte; o quizá en el Castelo de San Jorge, encima de la Alfama, por donde aparecerá un fadista que me hable de ti, que hoy tampoco te nombro...
O quizás vengas conmigo a Lisboa; seré yo, entonces, el que te hable de nosotros, que al fin nos hemos encontrado para sernos eternos supervivientes en los afectos que nos rechaza de mundo; un mundo que cada día -desde hace ya bastante tiempo- amanece cada vez más feo...
Sí, te llevaré conmigo a Lisboa; te llevaré al río...
Viviremos, al fin, en Lisboa...
Lejos de mundo;
lejos de todos;
lejos de ti...
http://www.youtube.com/watch?
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