Amanece este lunes imposible de aires calientes asomándose al precipicio de lo soportable; la tensión se me cae a los suelos y me arrastran el debatimiento y el sopor, desde la cabeza hasta el alma... No soy criatura alguna, para entonces; sólo soy ya un trozo de carne sustentada en huesos insostenibles en calor... El aire acondicionado calma cierto dolor (el dolor de la impotencia) en las horas crueles del día; pero basta alcanzar la oficina desde el parking, apenas 50 metros, y se me desparraman las pocas fuerzas que mantengo aún; y entramos, entonces, en las cansinas estancias de los lamentos: yo no creo que esto sea humano... Será animal, pero inhumano...
Y ya recuperadas ciertas apetencias y algunas fuerzas, las noticias zigzaguean en verdades y mentiras, en buenas y malas, en creencias y en experiencias... Y tenemos que encontrar ese equilibrio; ese hilo de subsistencia; esa mentira piadosa que nos haga sobrevivir en el alma tras un cuerpo agotado que empezaba su recuperación... Y en ese equilibrio, siempre siempre, en su búsqueda, me refugio en la belleza que puedo alcanzar sin muchos esfuerzos, dadas las debilidades para entonces. Y bastan ya, un poema; una música; un gesto de ternura...
Porque yo no creo, no, en los que dicen tener fe: ni siquiera tienen fe en ellos mismos...
Tampoco yo creo, no, en dioses que no nos alegran los instantes: sólo buscan hacernos débiles y aborregados...
Y tampoco creo, no, en aquellos que dicen que nos dicen la verdad: tan sólo nos dicen sus mentiras (ni tan siquiera piadosas)...
Porque yo no creo que esto sea humano... Será animal, pero inhumano...
Y porque yo no creo más que en ti, que hoy tampoco te nombro...
http://www.youtube.com/watch?
Y ya recuperadas ciertas apetencias y algunas fuerzas, las noticias zigzaguean en verdades y mentiras, en buenas y malas, en creencias y en experiencias... Y tenemos que encontrar ese equilibrio; ese hilo de subsistencia; esa mentira piadosa que nos haga sobrevivir en el alma tras un cuerpo agotado que empezaba su recuperación... Y en ese equilibrio, siempre siempre, en su búsqueda, me refugio en la belleza que puedo alcanzar sin muchos esfuerzos, dadas las debilidades para entonces. Y bastan ya, un poema; una música; un gesto de ternura...
Porque yo no creo, no, en los que dicen tener fe: ni siquiera tienen fe en ellos mismos...
Tampoco yo creo, no, en dioses que no nos alegran los instantes: sólo buscan hacernos débiles y aborregados...
Y tampoco creo, no, en aquellos que dicen que nos dicen la verdad: tan sólo nos dicen sus mentiras (ni tan siquiera piadosas)...
Porque yo no creo que esto sea humano... Será animal, pero inhumano...
Y porque yo no creo más que en ti, que hoy tampoco te nombro...
http://www.youtube.com/watch?
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