sábado, 27 de agosto de 2011

LA PANDILLA


Amanezco tardío un sábado más, el último, de este cansino y caluroso agosto que apenas me deja respirar; y hoy, como todos los años que nos convoca nuestro líder juvenil, tenemos comida-celebración de la pandilla, aquella que un puñado de jóvenes componíamos en aquellos años de juventud, cuando la vida aún no iba en serio... Y aunque nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos físicamente, por instantes, aunque sólo sea un momento, sentimos que el tiempo no ha pasado, que nos espera toda una vida por vivir aún, y que las afueras mantienen señales de futuro... 
Y aunque sólo sea por ese instante, y por unas risas, por unos gestos, ya merece la pena el reencuentro... Siempre fue en Coín; siempre es, cada año, en Coín; por donde los fines de semana y las vacaciones (excepto parte del verano que íbamos a Tolox, al campo de Tolox) nos alejábamos de los Agustinos, de lo oscuro, de lo siniestro, de los libros tristes (qué tortura fueron los libros de textos de mi generación; aún no comprendo mi pasión por los libros; quizá mis mayores, mis hermanos mayores y mi madre, me ayudaron a ello; porque, ¡qué poco ayudaban aquellos tristes y feos libros de texto al hábito de la lectura!). 
Sí, en Coín, por donde por sus calles, campos y huertos éramos libres de verdad, más allá de los horarios (en casa no se podía uno retrasar a la hora de comer o cenar; hoy cada uno come en la cocina de aquella manera; por entonces, madre aguardaba al último en llegar al comedor, y si se retrasaba se le llamaba al orden). 
Y por donde era la vida, y por donde nos quisimos comer el mundo...
Hoy, de nuevo, y en Coín, habrá reencuentro; habrá risas; habrá sonrisas... Y habrá recuerdos, y echaremos en falta a alguno que ya se nos fue para siempre; y será eso, lo que permanece aún en nosotros porque fue importante; porque nos dejó algo que morirá sólo con nosotros, y que, aunque ya no somos los mismos, al menos por unas horas, queremos seguir siéndolos... 
Porque, por aquellos entonces, la vida aún no iba en serio, y nos esperaba el mundo...

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