....Pero el viajero que huye,
tarde o temprano detiene su andar.
Y aunque el olvido que todo destruye,
haya matado mi vieja ilusión,
guarda escondida una esperanza humilde,
que es toda la fortuna de mi corazón.
Alfredo Le Pera. "VOLVER" (Tango)
Como estaba escrito en los calendarios, hoy se reinició la rentrée a mi vida laboral, esa que por mor de la expulsión del paraíso nos obliga al sudor de la frente para ganarnos la vida, según el cuento, como si no la tuviésemos ganada ya al nacer...
Con los años y sus complicaciones, aquel castigo se ha convertido en un bien escaso: cosas de la codicia y sus indecentes asuntos; ¡y vaya cómo ha cambiado el cuento!...
Por lo demás, siguen las afueras su curso, como siguen los agobios y calores: mientras el mundo financiero sigue poniéndonos contra las cuerdas, el común playea sus días de asueto como si no fuese con ellos lo que está ocurriendo en el mundo. O quizá por ello, sabedor de que el camino será largo y costoso...
Nada más liviano que la ignorancia; nada más llevadero que no querer ver... En cambio, conocer, ver, tener voluntad de seguir, huir hacia adelante, tarde o temprano, como decía el tango, uno detiene su andar... Y no olvida, no quiere olvidar; ni puede; porque aún le queda escondida una humildísima esperanza: la que necesita para seguir vivo y que guarda en su corazón...
(Ya ves, siempre regresando, siempre viviendo; a los lugares ciertos; al trabajo; a ti, que tampoco hoy te nombro, mi quieta, mi certeza de vida)
http://www.youtube.com/watch?
tarde o temprano detiene su andar.
Y aunque el olvido que todo destruye,
haya matado mi vieja ilusión,
guarda escondida una esperanza humilde,
que es toda la fortuna de mi corazón.
Alfredo Le Pera. "VOLVER" (Tango)
Como estaba escrito en los calendarios, hoy se reinició la rentrée a mi vida laboral, esa que por mor de la expulsión del paraíso nos obliga al sudor de la frente para ganarnos la vida, según el cuento, como si no la tuviésemos ganada ya al nacer...
Con los años y sus complicaciones, aquel castigo se ha convertido en un bien escaso: cosas de la codicia y sus indecentes asuntos; ¡y vaya cómo ha cambiado el cuento!...
Por lo demás, siguen las afueras su curso, como siguen los agobios y calores: mientras el mundo financiero sigue poniéndonos contra las cuerdas, el común playea sus días de asueto como si no fuese con ellos lo que está ocurriendo en el mundo. O quizá por ello, sabedor de que el camino será largo y costoso...
Nada más liviano que la ignorancia; nada más llevadero que no querer ver... En cambio, conocer, ver, tener voluntad de seguir, huir hacia adelante, tarde o temprano, como decía el tango, uno detiene su andar... Y no olvida, no quiere olvidar; ni puede; porque aún le queda escondida una humildísima esperanza: la que necesita para seguir vivo y que guarda en su corazón...
(Ya ves, siempre regresando, siempre viviendo; a los lugares ciertos; al trabajo; a ti, que tampoco hoy te nombro, mi quieta, mi certeza de vida)
http://www.youtube.com/watch?
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