Decía Lord Byron:
"No hay alegría que pueda darte el mundo comparable a la que te quita,
cuando el brillo de las primeras ideas degenera en la insulsa decadencia de los sentimientos".
Con esa estética siguen los días de agosto en este verano decadente de miserias y soledades: las crisis económicas no sólo son crisis sociales; también las son sentimentales: dejamos de creer en la capacidad del hombre para ser feliz y nos invaden ciertos temores que pueden llegar al pánico colectivo. En ese granero se alimentan los indecentes del poder con dos armas: el miedo al futuro de los súbditos y las alternativas fascistas, xenófobas y militares como soluciones. Así fue siempre la historia colectiva; así se fraguaron las terribles guerras de la humanidad...
Ya en el Eclesiastés se dice que "donde hay mucha ciencia hay mucho dolor; y el que aumenta su saber aumenta su pena".
Si, como nos recomienda Bertrand Russel en LA CONQUISTA DE LA FELICIDAD, nos hacemos receptivos a los estados de ánimo de las personas con que nos encontramos a lo largo de una mañana normal, pareciera que empiezo mal el día, pues vaya par de citas; pero no, yo soy de los que desde muy pequeño (el otro día lo pensaba, y es cierto), no sé si por suerte o por desgracia, supe demasiado sobre la maldad y la vanidad de la condición humana; y quizá por eso siempre fui bastante distinto del común y para con todas mis edades: siempre estuve disconforme y siempre fui muy crítico; se dirá que fui muy infeliz; pero no. Me creaba mi mundo; me aislaba en él y rechazaba el resto. Y siempre tuve por enseñanza de mis mayores el hábito de mirarme en el espejo; no por vanidad, sino por terapia: en el fondo siempre fuimos unos afortunados, a pesar de como está el mundo y a pesar de que nos educaron para sufrir y no para gozar...
Y es verdad que nos ha tocado un mundo difícil que nos quita más que nos da; pero si miramos atrás, los hubo peores y se solucionó de forma violenta; ojalá aprendamos de la historia y sigamos mirándonos en los espejos de los otros: los distintos, los distantes y los de tiempos pasados, que siempre fueron peores...
http://www.youtube.com/watch?
"No hay alegría que pueda darte el mundo comparable a la que te quita,
cuando el brillo de las primeras ideas degenera en la insulsa decadencia de los sentimientos".
Con esa estética siguen los días de agosto en este verano decadente de miserias y soledades: las crisis económicas no sólo son crisis sociales; también las son sentimentales: dejamos de creer en la capacidad del hombre para ser feliz y nos invaden ciertos temores que pueden llegar al pánico colectivo. En ese granero se alimentan los indecentes del poder con dos armas: el miedo al futuro de los súbditos y las alternativas fascistas, xenófobas y militares como soluciones. Así fue siempre la historia colectiva; así se fraguaron las terribles guerras de la humanidad...
Ya en el Eclesiastés se dice que "donde hay mucha ciencia hay mucho dolor; y el que aumenta su saber aumenta su pena".
Si, como nos recomienda Bertrand Russel en LA CONQUISTA DE LA FELICIDAD, nos hacemos receptivos a los estados de ánimo de las personas con que nos encontramos a lo largo de una mañana normal, pareciera que empiezo mal el día, pues vaya par de citas; pero no, yo soy de los que desde muy pequeño (el otro día lo pensaba, y es cierto), no sé si por suerte o por desgracia, supe demasiado sobre la maldad y la vanidad de la condición humana; y quizá por eso siempre fui bastante distinto del común y para con todas mis edades: siempre estuve disconforme y siempre fui muy crítico; se dirá que fui muy infeliz; pero no. Me creaba mi mundo; me aislaba en él y rechazaba el resto. Y siempre tuve por enseñanza de mis mayores el hábito de mirarme en el espejo; no por vanidad, sino por terapia: en el fondo siempre fuimos unos afortunados, a pesar de como está el mundo y a pesar de que nos educaron para sufrir y no para gozar...
Y es verdad que nos ha tocado un mundo difícil que nos quita más que nos da; pero si miramos atrás, los hubo peores y se solucionó de forma violenta; ojalá aprendamos de la historia y sigamos mirándonos en los espejos de los otros: los distintos, los distantes y los de tiempos pasados, que siempre fueron peores...
http://www.youtube.com/watch?
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