Regresa la mañana de sol, de luz y de ganas de mar... Y se me aparece un gesto de complicidad hacia él; porque es bello, porque es hermoso...
Enfrente, permanece sereno; como espiándonos: venid a navegar; venid que os meceré hasta que os durmáis de contento y agotamiento de músicas y de sonidos lentos y constantes, -me dice; será el sonido del viento; será su frecuencia; y será, con la sola presencia del sol, una inmensa muchedumbre: la de su luz y la de sus azules intensos como un abrazo de despedida; y será como sentir la eternidad de lo esperado...
Transitaré, pues, este Pont de Mar Blava, tan Mediterráneo como este amanecer, que me llevará a ti, que hoy tampoco te nombro; a ti, a quien tanto busqué... Como dijo Cortázar: "nada puede cambiar, nada ha cambiado allí donde todo fue dicho en su justo lugar y en su justa hora".
Espérame, que ya regreso a ti...
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