jueves, 12 de mayo de 2011

LA TIERRA QUE NO CAMBIA

La alborada vino de luz, pero no clara, aunque de mar calmo y en silencio; como si al orillar acariciara la tierra, la que lo contiene, la que lo mece... Un mar, bravío a veces; como los hombres con el enfado ante lo contrario, lo maldito y cruel de su existencia en esta tierra que no cambia...

Sí, el mar vino calmo para contentar almas descompuestas de espantos y temores; y los cielos protectores amparaban emociones idas a los vientos altos del universo; por allí, por donde dicen que mora la memoria colectiva de los más humanos en bondad y ternura...

Y hacia allí miré y puse mis ojos que detuve en preguntas:
-¿Por qué siempre volvemos a cometer los mismos errores?
-¿Por qué me duele tanto esta tierra que no cambia?...

Y quise tener cien corazones; para sobrevivir; para poder seguir preguntándome por qué me duele tanto el hombre...

http://www.goear.com/listen/47997a0/cien-veces-trio-matamoros

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