Hace muchos años nos expulsaron del "paraíso terrenal" y nos dijeron aquello de "ganarás el pan con el sudor de tu frente", a modo de castigo divino.
Hoy, aquello que fue un castigo divino, ha dejado de serlo para ser un bien escaso. Y así, de un castigo hemos pasado a un anhelo...
¡Curiosa evolución humana!...
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