El mundo actual se desmorona; o al menos, se transforma a marchas forzadas... Asistimos, desde todos los frentes del pensamiento humanista mundial, a un enorme páramo de ideas sobre las que edificar un futuro en paz, en libertad y más solidario para con la pobreza y la miseria del mundo, más allá de recetas (algunas enormemente fracasadas; otras abandonadas antes de culminarlas); un mundo que está instalado en la mentira; en la derrota; en la pobreza y en la miseria moral... Pero un mundo que empieza a decir, ¡basta, aunque incipientemente aún.
Una sola esperanza nos queda: el saber. Aunque nos hará más infelices (conocer es sufrir), al menos nos hará también más libres. Y para entonces, el hombre se regenerará; porque no consentirá más mentiras de los poderosos, toda vez conozca sus armas de mentir masivamente...
Es la nueva utopía: la información, el saber, sustentado siempre sobre la participación en la búsqueda de la verdad humana, que siempre será la mayoritariamente compartida y aceptada en paz y en libertad.
Aunque pronto seremos viejos, pronto también seremos muchos compartiendo esta nueva utopía...
Una sola esperanza nos queda: el saber. Aunque nos hará más infelices (conocer es sufrir), al menos nos hará también más libres. Y para entonces, el hombre se regenerará; porque no consentirá más mentiras de los poderosos, toda vez conozca sus armas de mentir masivamente...
Es la nueva utopía: la información, el saber, sustentado siempre sobre la participación en la búsqueda de la verdad humana, que siempre será la mayoritariamente compartida y aceptada en paz y en libertad.
Aunque pronto seremos viejos, pronto también seremos muchos compartiendo esta nueva utopía...
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