viernes, 1 de abril de 2011

EL OLVIDO

Desde que el mundo existe el hombre ha luchado contra el olvido. Los hay que, por intereses primarios, olvidan pronto todo lo que fueron o hicieron; suelen ser personajes de la vida pública, esos que tienen una doble moral, la privada y la pública, de las que viven y sobreviven. También sabemos que la memoria -eso que somos y que siempre seremos: sólo memoria, sólo tiempo- es selectiva  y experta en olvidos cuando recordar nos afecta dolorosamente. Y como no, también está el olvido imposible de triunfar, más allá de la desdicha de por vida: aquel que nos proponemos sobre los sentimientos que, por escasos en el tiempo, no van aún saciados; porque para olvidar lo amado alguna vez -aunque sólo fuese un instante de locura, de pasión profunda, de sentimiento pleno-, hay que saciarse de él. Por eso sólo desean la muerte los que ya creen que han colmado su vida y también creen que ya no tiene ningún sentido seguir en ella con el hartazgo de su saciedad. Aunque, ¿acaso las almas profundas se sacian alguna vez?...

¡Cuántos inútiles esfuerzos a lo largo de la historia del hombre luchando contra sus sentimientos! ¡Cuánta perdida de tiempo para al final reconocer que se había equivocado!

Porque, “sólo una cosa no hay; es el olvido” (Borges)...

http://www.goear.com/listen/5ea12e9/las-palmeras-martirio

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