jueves, 31 de marzo de 2011

VIBRAR

Leía en este amanecer luminoso y templado a Cioran. Dice: “Un hombre que practica toda su vida la lucidez, se convierte en un clásico de la desesperanza”. El otro día comentaba que si bien el saber nos hace libres, también nos conduce a la desdicha. En cualquier caso, muchos son los hombres que ni siquiera se plantean estas cosas (así nos va); en fin, que a algunos, por lo visto, les (nos) tocó la china...
Con este malestar del saber, de la conciencia, de la lucidez, acaba este mes de marzo que pasará a la historia del sufrimiento, de la desdicha, del desasosiego, por mor del genocidio de Libia y las esperanzadoras revueltas del mundo árabe próximo, así como por la tragedia inconmensurable del Japón, pues nada peor que la guerra como solución (toda guerra es un fracaso, aunque sea inevitable y necesaria) y las incertidumbres del presente (¿qué les sucederá a la población afectada por las radiaciones?), para, junto con la lucidez, intentar sobrevivir moralmente en este mundo que nos sostiene aún con vida...
Y así, como también dice Cioran, “cada día estamos más solos ¡Qué pesado y qué liviano ha de ser vivir el último!”.
Claro que, a fin de cuentas, “los individuos son órganos del dolor”, y “todo acto es una perfección de sufrimiento”.

P.D. E.M. Cioran. “El Ocaso del Pensamiento”. Tusquets. Junio 1995

http://www.goear.com/listen/b5e5131/vibrate-rufus

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