viernes, 4 de marzo de 2011

LA INDIFERENCIA DE HABER SUFRIDO MUCHO...

Muchas veces, quizá demasiadas veces, llego a la vida, amanezco, “con ese sufrimiento que nace de la indiferencia de haber sufrido mucho”, como decía Bernardo Soares (Pessoa); y sin embargo, no es cierto que haya sufrido mucho, más allá de los años de aprendizaje para nosotros los niños del 52, que tan tenebrosos los fueron y tan desamparados nos dejaron ante el futuro. Y no sólo porque considerarme un afortunado forme parte de mi terapia diaria ante el mundo, sino porque me considero de facto un privilegiado; sería indecente no reconocerlo, además de una pose inmoral visto como están las afueras... Porque hoy, cuando las incertidumbres son elocuentemente ciertas, cuando el mañana no existe y el pasado reciente es indecente, de cierto que poseer trabajo, techumbre, y sobre todo, personas en refugio, no sólo es un regalo de los dioses; es que debemos exaltarlo como afortunados que somos, porque sólo así seremos conscientes de la miseria social y humana que nos rodea y que corrompe el mundo en este inicio tan inciertamente cierto del siglo XXI.

Otras veces, quizá también demasiadas veces, con Pessoa, mi otro, me creo pertenecer “a esa especie de hombres que están siempre al margen de aquello a lo que pertenecen”; pero eso es otra historia que dejo para otra ocasión...

Mientras tanto, oigamos sonidos pessoanos que nos alivien en esta mañana de aguas, relámpagos, truenos y tenebroso presente...
Cuando ya me creí en primavera y cuando aún soy la vida...

http://www.goear.com/listen/9be1e93/fado-da-desistencia-filipa-pais-antonio-chainho

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios