lunes, 28 de marzo de 2011

LOS SILENCIOS

Dicen que el cambio horario que cada año padecemos por estos calendarios nos hace padecer, y quizá sea este el primer año que padezco de algo que no sabría definir: como sentir que me han robado; quizá una hora de mi vida; o quizá, toda una vida. Porque es en una hora, incluso en un instante, cuando se nos puede cambiar la vida. Porque...
Un silencio basta: una tortura...  Una mala noticia sólo: una desdicha...

Desde que me reconozco, desde que abuso de mi razón, siempre tuve terror a los silencios; los intencionados por otros, que no los buscados por uno, que deseamos con ansiedad; pero no aquellos, los terribles y aterradores silencios de los otros; sobre los que creamos las incertidumbres; y nos consolamos de construcciones ilógicas; y/o de creaciones fantasmagóricas, como respuestas al terrible abismo de la nada, del abandono, de la muerte de la vida, de los silencios...
Cuando al fin te creías quieto de olvido...

Y así, con este sentimiento de abandono callado, como un delito, sólo espero una señal:
porque una sonrisa basta; un gesto...
Una palabra...

Y, de seguro, renazco de nuevo al mundo, a la vida; allí donde, al fin, me había acomodado a mi manera...

http://www.goear.com/listen/2fa0c24/me-gustas-cuando-callas-paco-ib%C3%A1%C3%B1ez

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios