sábado, 12 de marzo de 2011

AL FIN, EL SOL...

Al fin amanece en luz, en sol. La vida, mi vida, no sería vida sin su luz, sin su infinita capacidad de hacerme felizmente aceptable para seguir viviendo en esta selva, donde habitan muchos lobos. Sí, pertenezco a esos seres humanos que nunca fueron ni serán héroes: me afectan las afueras; las contrariedades; los sinsentidos y las míseras banalidades; como me afectan también, y sobremanera, la mala educación, la codicia, el odio y la avaricia... Muchas mañanas me creo no pertenecer a este mundo, a la vida; como extraño me excluyo; como raro, me recluyo... Y me refugio en mis antepasados; en sus cuentos, en sus historias, en sus recetas para sobrevivir... Sobre todo cuando amas y sientes que vuelves a equivocar tu camino; ya transitado... Y repites y te repites; y ahogas y te ahogas... Y entras de nuevo en el túnel; aquel túnel, cada vez más largo y cada vez más agotado; y cada día más escéptico de todo y de casi todos...
Pero basta tu luz; basta tu presencia, sol de mis días por el Sur, para renovar mi fe de vida; mi decoro ante el mundo; mi presencia como meta sola... Y cual paloma blanca inicio de nuevo los vuelos; el de vivir cada instante como si fuese el último de mi vida; y el de vivir contigo, sol que me empujas a las afueras, al mundo...


http://www.goear.com/listen/c4d08fe/paloma-blanca-maria-d-pradera-y-m-dle-mar-bonet

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