Incrédulo, me acerqué a la orilla. Casi desnuda, sobre las aguas turbias de lluvias y marejadas, allí estaba: de pie. Quise decirle que la amaba aún;
y rogarle que regresara junto a mi...
Sólo le dio tiempo a decirme que no me preocupara, y que supiera que me amó como nunca antes lo hizo... Poco a poco se la fue tragando el mar.
Desde aquella tarde acudo a diario a la orilla. Por si regresa...
y rogarle que regresara junto a mi...
Sólo le dio tiempo a decirme que no me preocupara, y que supiera que me amó como nunca antes lo hizo... Poco a poco se la fue tragando el mar.
Desde aquella tarde acudo a diario a la orilla. Por si regresa...
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