martes, 5 de junio de 2012

CARTAS A TI, CON MIS CANCIONES (2)

CARTAS A TI, CON MIS CANCIONES (2)

La mañana llegó cubierta por una neblina que ocultaba el mar... Y sobre la pared que unía el cielo blanco con la mar gris, barcazas, apenas dibujadas, se mecían cansadas de pesca y noche...
Y la bahía, difusa y radiante de ojos y ternezas, se abrió de par en par a la mañana.

Fue al amanecer cuando apareciste como algunas veces los deseos: desnuda de blancos, te paseabas incierta por entre la neblina y sobre el mar...
Ya, por entonces, las barcazas regresaban a puerto... Los marineros, asombrados de ti, rodearon tu figura; como yo rodeaba tu cuerpo cuando más me gustabas, al atardecer de nuestros encuentros...

Y al llegar a puerto, los marineros lloraban desconsolados: nadie les creyó... Y es que para nadie, excepto para los marineros y para mi, te apareces cada amanecer sobre el mar, diluida en formas y con botas de terciopelo...

Y esa es nuestra fortuna y nuestro secreto: sólo para los marineros; y para mi...
Y a diario; sobre el mar; cada amanecer...


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