viernes, 22 de junio de 2012

TE EXTRAÑO

Siempre amé a los perdedores; como siempre descreí de los triunfadores; quizás porque siempre hay una gran miseria -o indecencia- detrás de todo lo que llaman triunfo; o quizás porque yo también soy un indolente perdedor...
Les llaman ganadores, muchos, casi todos, a los golfos, a los triunfadores de entre un cierto desconsuelo colectivo; a los que están en lo alto siempre, como elevados, y tan alto que se olvidan del suelo, aquel del que se elevaron con sus indecencias y pisoteando a tantos como traicionó o manipuló en el camino. Un camino que mientras más alto se eleva más indecente y siniestro es. Sostengo que la pirámide social de lo que llaman triunfo, del ganador, es una pirámide hacia el más repugnante estercolero social, aquel tan esquilmado de todo que ya ni siquiera habita la peste...

Ojalá todos en el suelo, a ras de tierra y cerca del mar, donde aquel origen de todo; en libertad, en paz y con la solidaridad necesarias, aquellas de la igualdad real de oportunidades.


Para entonces, todos triunfadores y decentes...

P.S. (Mientras tanto, te sigo extrañando)
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios