Mi querida:
La tarde es plomiza sobre esta parte del mundo, cuando me ha parecido verte entre los visillos de la oficina en esas horas que siempre me llamabas, a diario, y sin tardanza... Era cuando me decías de tu amor por mi; y de nuestros planes... Y yo te hablaba de todo lo que sentía sin ti, aunque sin ti nunca estuve, y lo sabías. Pero tú me dejabas hablar; y yo no te dejaba que me dijeras de tu amor por mi; pero me gustaba oírtelo decir...
Ya sabes, ese orgullo que tenemos siempre los débiles...
Es la tarde última sin ti; es la plomiza tarde sobre esta parte del mundo la que me hizo verte por entre los visillos de la oficina...
Tan sólo es eso: sólo quería decirte que me ha parecido verte o que quizás te he visto...
Besos todos siempre
La tarde es plomiza sobre esta parte del mundo, cuando me ha parecido verte entre los visillos de la oficina en esas horas que siempre me llamabas, a diario, y sin tardanza... Era cuando me decías de tu amor por mi; y de nuestros planes... Y yo te hablaba de todo lo que sentía sin ti, aunque sin ti nunca estuve, y lo sabías. Pero tú me dejabas hablar; y yo no te dejaba que me dijeras de tu amor por mi; pero me gustaba oírtelo decir...
Ya sabes, ese orgullo que tenemos siempre los débiles...
Es la tarde última sin ti; es la plomiza tarde sobre esta parte del mundo la que me hizo verte por entre los visillos de la oficina...
Tan sólo es eso: sólo quería decirte que me ha parecido verte o que quizás te he visto...
Besos todos siempre
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