No fue de recibo una unión monetaria sin unión económica, fiscal, laboral y política. Muchos lo denunciamos entonces: el déficit democrático con el que se construía Europa, no por denunciado dejó de crecer.
Y todo fue, así, una barbaridad tras otra: sin moneda no hay estado y se ha querido mantener a los estados sin moneda.
Mientras tanto, había liquidez, dinero barato y triunfaban los discursos liberales que dejaban de regular lo poco que había regulado en nombre de una llamada competencia que abarataría precios y costes, y todo ello con el visto bueno de la socialdemocracia y las terceras vías que revisaban también sus ridiculizadas "rigideces ideológicas"; y luego supimos que aquellas liberalizaciones sólo fueron negocios de unos pocos que pactaban precios y ofertas en sectores fundamentales como las telecomunicaciones y/ o los energéticos. Y se liberalizaba suelo para seguir con la industria del ladrillo en el sur de Europa., aquella que creaba empleo y retornaba a la sociedad en forma de consumo suntuario que a su vez dinamizaba la demanda interna y el PIB per cápita...
Y claro, llegó el estallido de la burbuja inmobiliaria cuando la crisis financiera estalló en el primer mundo... Y llegaron la falta de liquidez para el pago de la deuda externa (los mercados no nos prestan sino a tipos muy elevados, desconfiando de nuestras respuestas), y el agujero bancario, como consecuencia de unos activos inmobiliarios por debajo del valor de los préstamos otorgados para su financiación. Y para colmo, desde la UE se impuso un ajuste tan duro para devaluar la economía real que no sólo ha puesto en peligro el pago de nuestra deuda sino el propio crecimiento económico, llevando a las economías a la recesión, con lo cual, un círculo vicioso insostenible y un desempleo insostenible en términos sociales.
Y ya parece que empiezan a darse cuenta del error; claro que más que darse cuenta del error quizás rectifican por la presión de la opinión pública, fundamentalmente la francesa que ha acabado con el napoleoncito... Y en esas estamos...
En el camino, no olvido aquello de que ZP era el culpable de todo, o que con su salida se recuperaría la senda del crecimiento. Esa frivolidad de nuestros políticos no sólo es impresentable sino que espero que por decencia democrática la sociedad española tome notas a futuro. Cuando la situación sólo requería y requiere de unidad nacional, de pacto de estado, no es de recibo este comportamiento de nuestros representantes públicos.
Lo dicho: esto sólo se salva ya con una Europa política y con sus instrumentos para esa unión: un verdadero banco central, supervisor y emisor, con unión fiscal y laboral, y un verdadero parlamento democrático, dentro de una futura Europa Federal.
Haber querido hacer una Europa sólo monetaria y no económica, fiscal y política, ha sido el más grave error que ha cometido el pensamiento liberal en Europa en el último siglo.
Y todo fue, así, una barbaridad tras otra: sin moneda no hay estado y se ha querido mantener a los estados sin moneda.
Mientras tanto, había liquidez, dinero barato y triunfaban los discursos liberales que dejaban de regular lo poco que había regulado en nombre de una llamada competencia que abarataría precios y costes, y todo ello con el visto bueno de la socialdemocracia y las terceras vías que revisaban también sus ridiculizadas "rigideces ideológicas"; y luego supimos que aquellas liberalizaciones sólo fueron negocios de unos pocos que pactaban precios y ofertas en sectores fundamentales como las telecomunicaciones y/ o los energéticos. Y se liberalizaba suelo para seguir con la industria del ladrillo en el sur de Europa., aquella que creaba empleo y retornaba a la sociedad en forma de consumo suntuario que a su vez dinamizaba la demanda interna y el PIB per cápita...
Y claro, llegó el estallido de la burbuja inmobiliaria cuando la crisis financiera estalló en el primer mundo... Y llegaron la falta de liquidez para el pago de la deuda externa (los mercados no nos prestan sino a tipos muy elevados, desconfiando de nuestras respuestas), y el agujero bancario, como consecuencia de unos activos inmobiliarios por debajo del valor de los préstamos otorgados para su financiación. Y para colmo, desde la UE se impuso un ajuste tan duro para devaluar la economía real que no sólo ha puesto en peligro el pago de nuestra deuda sino el propio crecimiento económico, llevando a las economías a la recesión, con lo cual, un círculo vicioso insostenible y un desempleo insostenible en términos sociales.
Y ya parece que empiezan a darse cuenta del error; claro que más que darse cuenta del error quizás rectifican por la presión de la opinión pública, fundamentalmente la francesa que ha acabado con el napoleoncito... Y en esas estamos...
En el camino, no olvido aquello de que ZP era el culpable de todo, o que con su salida se recuperaría la senda del crecimiento. Esa frivolidad de nuestros políticos no sólo es impresentable sino que espero que por decencia democrática la sociedad española tome notas a futuro. Cuando la situación sólo requería y requiere de unidad nacional, de pacto de estado, no es de recibo este comportamiento de nuestros representantes públicos.
Lo dicho: esto sólo se salva ya con una Europa política y con sus instrumentos para esa unión: un verdadero banco central, supervisor y emisor, con unión fiscal y laboral, y un verdadero parlamento democrático, dentro de una futura Europa Federal.
Haber querido hacer una Europa sólo monetaria y no económica, fiscal y política, ha sido el más grave error que ha cometido el pensamiento liberal en Europa en el último siglo.
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