lunes, 24 de octubre de 2011

PORQUE AÚN SOY LA VIDA...

Amanecí este lunes extraño en aguas y sentimientos, "cuando yo aún soy la vida", y cuando hemos vivido una semana llena de ilusiones y esperanzas colectivas, salvo algunos que de tanto matizar la noticia pareciera que no les gustó en su mezquino transitar indecente por la política a corto plazo, y, como no, salvo el bárbaro linchamiento de un asesino sin juicio ni restitución posible de su error: la barbarie nunca se atajará con más barbarie. La historia nos lo dice, pero el hombre es el único animal que siempre tropieza con la misma piedra, y la única "bestia" que goza y siente placer haciendo daño a sus semejantes...
También, como no, siempre amanecemos con la tragedia de la vida de convivir con el dolor, la enfermedad y la muerte... Y ayer supe de seres queridos que siguen luchando ante sus tragedias de vida con una fuerza y una tenacidad que ya la quisiera yo para mis momentos de dudas. Porque yo sufro al dudar; y es tanto mi sufrir que, quizá para poder soportarlo, siempre me aferro a alguna verdad que creo única; para no sufrir de dudas; para no flaquear en mi debilidad de derrota... Y aunque sufro con el dolor ajeno de la gente que me importa -y de la que no me importa demasiadas veces también-, verlas con esa fuerza, esa entereza, esa ilusión y constancia, no sólo me llena de ternura, sino que me obliga a levantarme de lo hondo, de las dudas, de los temores, de lo oscuro, y gritar que hay que seguir hasta el final del camino, porque yo aún soy la vida...

Cuando yo aún soy la vida

La vida me rodea, como en aquellos años
ya perdidos, con el mismo esplendor
de un mundo eterno. La rosa cuchillada
de la mar, las derribadas luces
de los huertos, fragor de las palomas
en el aire, la vida en torno a mí,
cuando yo aún soy la vida.
Con el mismo esplendor, y envejecidos ojos,
y un amor fatigado.

¿Cuál será la esperanza? Vivir aún;
y amar, mientras se agota el corazón,
un mundo fiel, aunque perecedero.
Amar el sueño roto de la vida
y, aunque no pudo ser, no maldecir
aquel antiguo engaño de lo eterno.
Y el pecho se consuela, porque sabe
que el mundo pudo ser una bella verdad.

FRANCISCO BRINES

http://www.youtube.com/watch?v=N-DNzwV-M1M&feature=related

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