jueves, 13 de octubre de 2011

LO QUE ME QUEDA DE MIS DÍAS... "No la toques ya más, / ¡que así es la rosa!" (J.Ramón Jiménez)

(Para mi sobrino Celso, que anda por la China, en Pekín, en el día de su cumpleaños, y que como buen Libra, siempre nos aporta una gran dosis de encanto, elegancia, buen gusto y amabilidad: Muchas felicidades, sobrino. Bessoas)

Hoy, en la mañana, en el amanecer que recorro a diario de vida, me imaginé tumbado sobre el mar mirando a los cielos que nos protegen de otros temores aún más inciertos y lejanos. Estaba tan quieto el mar, era tan calmo su olear, que alfombraba mi postura y mis asombros.

Al pronto, extrañado de mundo, pensé arrancarme el corazón: -He llegado a una tierra final donde ya no me duele más de la mitad de todo; así ya no sufriré más, me dije... De repente, pájaros, en triángulo, elevados, brillaban con sus vuelos lejanos sobre mi cuerpo; pensé, entonces, que vendrían pronto a devorar mis restos: ya no disponía de mi totalidad, ni de mis sentimientos...
Poco a poco, me fui quedando dormido sobre el mar, que seguía tan quieto que no orillaba: sólo besaba la tierra, sin espumas... Y soñé de nuevo que la vida pudo ser eterna y dichosa en su bondad...

Desperté cuando entraba en el parking de la oficina. Me toqué: no había restos de agua; y sentí mi corazón latir: algo sí me quedaba de la ternura que me había producido aquel quieto y hermoso mar que, como todos los días, recorro en el amanecer de cada instante de mi vida...
Es la inmensa suerte de tenerlo siempre cerca, muy cerca de mí...

http://www.youtube.com/watch?v=d50czlhh5Dw&feature=related

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