sábado, 15 de octubre de 2011

¡A LA CALLE QUE YA ES HORA!


El mundo, hoy, dirá basta ya. Lo gritará aquí, allí, más lejos; y muchísimo más lejos... Se dirá en todos los rincones del planeta. Y se dirá, se gritará, que así no... 
Se gritará, se exigirá, que necesitamos liderazgos claros, nítidos, como cielos protectores más allá del infinito... 
Hoy, el mundo, dirá ¡basta ya!. Que así, no. Que por ese camino nos vamos todos al precipicio del espanto; al horror del pasado más cruel. Por ahí, no, se gritará hoy en todo el mundo. Y se gritará tanto y por tantos, y en tantos lugares del mundo, que hoy puede ser un gran día; el primero del cambio, aquel que pasará a la historia de la épica: nunca antes, ni siquiera cuando la terrible guerra de Irak, el mundo, sus gentes más nobles y sencillas, las gentes que sustentan este mundo con su esfuerzo y su ilusión, nunca antes se han movilizado como lo harán hoy. Desde los EE.UU. a Australia; desde la Patagonia al extremo más oriental de las Rusias... En más de 45 países se prevén más de 400 movilizaciones de ciudadanos indignados; con sus políticos; con los poderosos especuladores financieros que producen hambrunas terribles por un puñado de dólares en su infinita codicia, y ciudadanos muy indignados con sus líderes, con sus representantes, aquellos que creímos nos representaban y luchaban por nuestros intereses, que han querido estar ahí, que no están a la fuerza; al contrario, nos han pedido nuestra confianza para ayudarnos, dicen, porque son muy solidarios ellos; ellos que no han hecho ni siquiera el deber de informarnos de la verdad, por muy dura que esta sea; ellos que han mirado para otro lado ante la desvergüenza de los poderes reales; ellos que se han replegado sin rechistar al menos... Sí, somos lo que somos, cada ciudadano, cada país, en el mundo; y sabemos que somos lo que somos; pero nuestros representantes se creen que no lo sabemos y nos han  tratado como a imbéciles, sin querer ellos reconocer la gravedad de la situación, una situación que han consentido con su silencio y su inactividad. Y ya estamos hartos...
La ciudadanía, la mayoría que sustenta este mundo, ya se ha cansado y ha dicho ¡basta!, que así no. Porque sabe que no faltan ideas; sólo falta coraje político, valentía política, más POLITICA, con mayúsculas, y más liderazgos claros, honestos y verdaderamente representativos de la ciudadanía; una ciudadanía que avergonzada asiste a su declive de bienestar siendo víctimas de una enorme estafa consentida por los que considerábamos nuestros defensores, nuestros representantes y nuestros protectores... 
O espabilan o los echamos...
¡A la calle que ya es hora!

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