lunes, 17 de octubre de 2011

NADA

Siempre se me dió mal la destreza de reflejar en el nacer de mis cosas y sus asuntos los pensamientos que las habían diseñado casi perfectas. Podría ser una especie de sentimiento de frustración entre el deseo y la realidad. O quizá es que siempre fui víctima de cierta ausencia de desdén hacia lo complejo...
Al comienzo de mis años de conciencia, este sentimiento de frustración me inundaba de cierta melancolía: la de los fervores idos, la de los desconsuelos... Con los años, y los aprendizajes de la experiencia de vivir, concluí que por mucho que en nuestros pensamientos dispongamos de todo el engranaje, al modo científico experimental, por ejemplo, siempre, siempre, el azar y su complejidad se nos imponía de una manera inevitable.
Y así, todo lo que siempre soñé en mis adentros nuncanojamás se me apareció en su misma complejidad en la realidad de mis cosas, esas que muchas veces llegué a considerar de mucha importancia y valor personal, cuando, y también con los años lo aprendí, en verdad, en verdad, apenas son las que nos deberían importar...

¡Cuántas veces soñé con una necesidad que creí vital y con los años supe que hubiese sido muy desdichado dependiendo de ella!

Es el azar, ese capricho del mundo que se inicia antes incluso de nuestra porpia vida y de nuestro propio lugar en el mundo...
Porque sólo somos azar, tiempo, casualidad... Nada.

http://www.youtube.com/watch?v=HJCZdklFWHw

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