LA SANIDAD PUBLICA ESPAÑOLA

Consuela -y nos alegramos por ello- ver al Rey, al Jefe del Estado español, declarando la bondad y la alta cualificación de la sanidad pública española. Consuela tanto como en su día desconsolaba ver a las infantas y a la princesa consorte parir a sus hijos en la Rubert, y no en los hospitales de la sanidad pública, como debía ser dado su status y para dar ejemplo a la ciudadanía que los mantiene.

Es lo de siempre: para las cosas importantes, nada mejor que la sanidad pública; la privada, para asuntos menores sanitariamente hablando, pero de alto valor económico. Claro que la familia Real debería dar ejemplo siempre, incluso para asuntos menores.