viernes, 14 de mayo de 2010

ILUSO DE TI...

Nariz inflamada; piel descamada; estornudos y toses: dolor de costillas de tanto tronar por cavidades oscuras...
Dolores de huesos; ¡ay!, son los repuntes, son las fiebres. Y las disneas: es la falta del aire, y te falta la vida. Mucosidades y estorbos... ¡Ay!, y los bronquios se cierran como un libro agotado...
Y siguen y prosiguen, en las afueras, los impostores, los malvados, los poderosos, los avaros y los indecentes; haciendo sólo lo que saben hacer: cosas de las suyas...
Y sientes dolor, en los huesos y en sus junturas; y sientes escalofríos, en la piel y en sus arrugas...
Y siguen los débiles que jugaron a fuertes, incrédulos de la nada; eso sí, escondidos, avergonzados, desquiciados... Y sin norte; y sin guía; pero sí, con una enorme soberbia, la soberbia de la osadía de la ignorancia...

Y los que deberían aplaudir tanta debilidad, los desalmados que tanto tiempo vienen reclamando estas traiciones, vuelven a incidir en su inmoralidad más alta: la del todo vale, la de la mentira sin escrúpulos, la del morir matando; la de la revancha fría y descarnada... Sí tan fría como una espada desnuda; tan descarnada como un odio ciego...
Y sientes dolor; y más escalofríos...

Viernes de mayo, sí. Y este cuerpo agotado (iluso de ti que creíste en la primavera); y esta alma derrotada...
Sí. Te traicionan de nuevo; otra vez los tuyos; los que creíste tuyos; y ganan otra vez; los de siempre, los que siempre sabías que siempre ganarán.... ¡Ay!, iluso de ti...
Y no te queda ya el recurso a la memoria: estás ciego de olvidos... Y tampoco te queda agarrarte a la justicia... Sí, estaba cantado: la estrella estrellada...

¡Ay!, Españas de porteras, de mediocres, de meapilas y aficionados... ¡Ay!, iluso de ti...

Sí, estaba cantado: volvería el cuerpo a cansarse, pues ya no tenemos remedio... Y volverían a pagar los platos rotos los de siempre... Y, como no, expulsarían de sus lugares a los que persiguen el que se nos impida la felicidad y el sosiego, tan necesarios para seguir queriendo vivir la vida durante el tiempo que nos queda...
¡Ay!, iluso de ti...

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