Y me asomé al mar, mi mar, el más cercano... Y como cada vez que me acerco al mar, mi mar, el más cercano, sentí una enorme y siniestra indefensión ante tanta materia, de agua, de naturaleza, y, sobre todo, de hermosura...
Decía Cioran que "todo hombre es muy poco", y Pessoa se preguntaba "¿qué tengo yo que ver con la vida?"...
Hoy, salí a pasear por la urbanización, durante el crepúsculo; ya sabéis: esa grandiosa sutileza del día para recibir a la noche; y delante del mar, mi mar, el más cercano, estremecido como el día de tanto cansancio, de tantas derrotas, de tantas mentiras, de tanto desalmado y de tanto mezquino, concluí que qué poco era uno ante tanta ilimitada belleza... Y repleto de muchedumbre de hermosura, me pregunté: ¿qué tengo yo que ver con esta vida?...
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