martes, 18 de mayo de 2010

PARA RAFAEL BALLESTEROS, QUE ME DICE...

Para Rafael Ballesteros, que me dice de desesperanzas; de acabamientos; de dudas; de temores; de hasta aquí: del ya no puedo más...

Para Rafael Ballesteros, que me anima, que me eleva a los vértigos; y que me consuela; y que me dice cosas tan hermosas como inmerecidas; como que el mundo existe aún para decirlo; y que le gusta cómo lo digo...; y me lo dice hasta el sonrojo; y hasta lo inesperado...

Para Rafael Ballesteros, que al fin es todo lo que siempre debió ser: un enorme escritor, un hombre que se duele (para escribir se sufre en serio, como decía, creo, Juan Rulfo); un hombre que se asombra aún (a su edad, como él dice: "con esta edad") de la vida, de los hombres, de las mujeres..., y de todas las criaturas que pertenecemos al mundo; este espantoso mundo donde siempre, siempre, vemos la luz de una incierta esperanza aunque con un tremendo escepticismo, pero a la que miramos con una dulce sonrisa, cargada de ternura, sosiego y muchos desconsuelos...

Para Rafael Ballesteros, que al fin lo hemos recuperado; sus amigos; sus admiradores; su verdadera gente más allá de su sangre...

Tuyo siempre, Javier

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