UNA PEQUEÑA APORTACIÓN...

Ya sabemos casi todo de la presente crisis financiera y económica mundial. O, al menos, quiénes han sido sus más poderosos culpables: los avaros, que han visto cómo triunfaban sus tesis liberales, estructuradas como pensamiento único por los economistas ortodoxos, con el apoyo de las manipuladas agencias de calificación de deuda, vociferadas por sus potentes medios de comunicación y consentidas y aplaudidas por instituciones internacionales como el FMI o la OCDE y por las nulas o escasas autoridades de supervisión, es decir, consentidas por los políticos de turno, tanto en EE.UU como en Europa; una Europa virgen para la acción de aquellos avaros, dada su debilidad política, como consecuencia de la ausencia de una política monetaria común, inexistencia de una legislación fiscal común, y ausencia, también, de una uniformidad en la legislación laboral; es decir, la inexistencia de una Europa política. La primera medida que se tomó fue inyectar una enorme cantidad de recursos públicos hacia el sistema financiero mundial para sostenerlo (se habla del 25% del PIB de los países que han salido en defensa del sistema financiero). Y cuando han saneado sus desequilibrios, por mor de su propia avaricia, y cuando se planteaba seguir con las ayudas públicas para sostener los débiles brotes verdes que se veían en el horizonte, han vuelto a las andadas; esta vez, hundido el ladrillo, han cuestionado los niveles de déficit público y de deuda para hacer negocio con esta. Y han atacado al euro, por su propia debilidad. Y han doblegado de nuevo a los poderes públicos, que han tenido que seguir sus dictados; y hemos pasado de ayudarles a sanear sus cuentas a tener que reducir los déficits públicos, y tener que subir impuestos indirectos, bajar los salarios públicos (después vendrán los privados) y, como siempre, pagarán la crisis los más débiles.
Y en esas estamos. Y como no se tiene más fuerza que la que se tiene, el gobierno de ZP ha tenido que bajarse los pantalones; el problema es que podría habérselos bajado con un pequeño guiño a la mayoría social que lo apoya: bastaba con poner sobre la mesa un impuesto sobre las rentas más elevadas y anunciar una lucha descarnada contra el fraude fiscal. Porque para bajar el déficit no sólo se hace vía gasto; se podrían haber puesto sobre la mesa medidas de incremento de los ingresos, vía impuestos directos sobre los patrimonios, y vía impuestos especiales sobre los bonus y pensiones de los ejecutivos del sector financiero. Pero en vez de esto se han tomado sólo medidas impopulares y mal comunicadas, dando sensación de debilidad, de improvisación y de desconcierto, lo peor que en política se puede transmitir. Y claro, ahí están las encuestas: el PP le saca más de 10 puntos al PSOE.

Y aparecen los análisis...

1. La actitud mezquina del PP ante las medidas que ha tomado ZP (medidas que reclamaba Rajoy y que los mercados nos han impuesto, como ya hemos señalado) lo inhabilita para el acceso al poder. De hecho, los votos que pierde el PSOE no los gana el PP; el PP tiene un suelo potente, movilizado siempre, incluso con corrupción. Pero su actitud mezquina y sus coqueteos permanentes con el pasado franquista (véase el caso Garzón) les impide crecer por el centro político.

2. Los votos del PSOE se van, mayoritariamente a la abstención y a IU. Algo a UPyD y poco más grupos marginales regionales de izquierdas.

3. Con estos datos, ya hay voces, desde la izquierda,que reclaman que antes de ir a la abstención, que vayan a IU; incluso, como viene siendo habitual en todos los comicios, ya dicen que el voto a IU es el voto útil de la izquierda, pues un grupo fuerte de IU lo que hará es obligar al PSOE a no caer en políticas liberales como las tomadas recientemente.

Esta sería, a grandes rasgos, la situación actual. A continuación desarrollaré mi propuesta.

1. Como quiera que el coste político para ZP y el PSOE ha sido enorme, y además va a seguir siéndolo con la reforma laboral que inevitablemente va a tener que imponer, y como quiera que el calendario político es perjudicial para el PSOE a medio plazo (elecciones locales y autonómicas dentro de un año, donde se espera una derrota del PSOE a nivel de estado), propongo que antes del verano ZP haga crisis de gobierno, nombre un potente Vicepresidente Primero Económico, con una enorme capacidad de convicción, comunicación y credibilidad, y ponga sobre la mesa medidas claras y contundentes de lucha contra el fraude, una nueva y más elevada fiscalidad para con los beneficios de las SICAV y un impuesto sobre los patrimonios más altos de la sociedad, así como un impuesto especial que grave las pensiones multimillonarias de los ejecutivos del sector financiero. Y la vuelta de Rubalcaba a la portavocía del Parlamento, donde, desde ya, empezar a negociar los presupuestos del año que viene.

2. Antes de las elecciones del año que viene, pongamos en el mes de febrero, y en función de cómo vayan las cosas (me temo que muy mal aún) y de las consecuencias o no del caso Gürtel, ZP debería anunciar que no se presenta, que se ha sacrificado por España al tomar las medidas más duras que debía tomar por el bien de todos, pero que entiende que ya no es el hombre capaz de volver a ilusionar a su gente y que se va. Iniciar entonces un proceso de primarias (recuerdo la ilusión y la movilización que produjo este proceso cuando Borrel) con idea de motivar y movilizar a la izquierda social , haciendo partícipe a los simpatizantes y votantes de este proceso,a través de las redes sociales y de todo tipo de medio de comunicación y debate.

3. Por último, en contra de lo que piensan muchos de IU y muchos del PCE, el voto útil sigue siendo el voto al PSOE, pero un PSOE más transparente, más democrático y más abierto a la sociedad. La única experiencia de una IU potente fue nefasta; fue la pinza interesada de Aznar-Anguita, que tanto daño hizo a Andalucía y a los propios protagonistas de IU; de hecho, desde entonces, IU no levanta cabeza. Y si hubiesen mantenido a LLamazares, el único hombre que habría podido hacer crecer a IU en esta coyuntura, mucho me temo que sería volver a las andadas de la pinza. La historia así lo demuestra. Y se hacen análisis, aún, partiendo de la necesidad de vanguardias que representen a la clase obrera, términos y conceptos que hoy están en duda; la clase obrera, así, en bruto, como concepto, ya no es tan vanguardista; más vanguardia representan hoy los mileuristas con unos expedientes y cualifaciones profesionales como nunca antes las habían tenido profesionales de este país, que los obreros de una fábrica, adormecidos y aburguesados componentes de clases medias propietarias de bienes y servicios que las hacen ser conservadoras en coyunturas difíciles como estas, y con unos sindicatos de establecimiento aborregados por los poderes públicos a través de las subvenciones que reciben. Los votos que vayan a IU, por tanto, desde mi punto de vista, seguirán siendo votos inútiles (en el sentido de no capacitar un gobierno socialista), toda vez que no superarán su memoria colectiva: nunca desde fuera se han cambiado las cosas, excepto de forma violenta; sólo desde dentro se han transformado. Y cuando desde fuera no se consigen los objetivos, aparece la lucha por el poder de ese espacio ajeno, como ha sucedido a lo largo de la historia de las relaciones PSOE-PCE.