miércoles, 12 de mayo de 2010

LOS ECONOMISTAS

Los economistas siempre decíamos, desde que apareció Keynes y lo demostró tras la Gran Depresión y la II Guerra Mundial, que el gasto público y la gestión de los déficits públicos eran las medidas anticíclicas más eficaces para salir de la recesión. Esta constatación, junto con políticas fiscales progresivas, tanto en la via de los ingresos como en la de desgravaciones, y políticas monetarias no sólo antiinflacionistas, llevaron consigo la consolidación, vía gasto público social, del llamado Estado del Bienestar, que venía a universalizar servicios básicos, como la educación y la sanidad, para todos. Y este fue durante muchos años el ideario de la socialdemocracia como instrumento para una mayor y más igualitaria redistribución de las rentas. También reclamábamos los economistas el papel de los gobiernos democráticos como valedores y ejecutores de la voluntad popular. Porque los mercados, esos mecanismos de producción, distribución y consumo de bienes y servicios, "per se" producen desigualdades; y los mercados tenían que estar regulados para que aquellas desigualdades que inevitablemente producen no llevasen consigo conflictos sociales que pusiesen en entredicho el CONTRATO SOCIAL que la modernidad se otorgó para que los súbditos fuesen ciudadanos libres del mundo y todos contribuyeran en paz y en libertad, en aquellos mercados regulados, a la producción, distribución y consumo de bienes y servicios que desarrollasen sus sociedades y sus pueblos en busca de la felicidad colectiva en la tierra. Pronto aparecieron los avaros, y los traidores. Los avaros se autollamaron liberales, y los traidores, en nombre de la libertad, se autoproclamaron terceras vías o renovadores... Y se crearon instituciones a sus medias y a sus fines. La ONU, El Fondo Monetario Internacional, la Organización Mundial del Comercio, La Reserva Federal Americana, la UE del librecambio, sin unión monetaria, ni fiscal, ni laboral, y con un Banco Central Europeo dotado de un status de "independiente" (?) y sólo para luchar contra la inflación... Es decir, los avaros liberales y los traidores de la izquierda política crearon las bases del capitalismo financiero global que nos han venido vendiendo como la mayor meta alcanzada por el hombre en toda su historia. Como sólo era especulación financiera, de pronto todo se ha desmoronado: no había nada detrás; ni autoridad democrática, ni gobiernos gobernando la economía (han mirado para optro lado y/o han puesto la mano): todo ha sido pura epeculación y con el consentimiento de la izquierda política que venía con la cabeza entre las piernas tras el fracaso de la Europa del Este. Y nos vendieron que no había alternativas; que ya no había clases sociales, y que había que gestionar el capitalismo; y nos hicieron pequeño-burgueses vendiéndonos coches de más valor que los sueldos que recibíamos; y casas hipotecadas por casi el valor de toda una vida laboral. Y así, cada primero de mes las familias occidentales tenían endeudados el 80% de sus ingresos... Y nos seguían diciendo que vivíamos en el mejor de los mundos... Claro, hasta que ha estallado la verdad imponiendo toda su crudeza. Y claro, los economistas reclamamos lo que sabemos: gasto público y déficit público como mejores instrumentos anticíclicos. Pero para nuestra sorpresa, los avaros liberales y los traidores de la izquierda siguen con las mismas recetas que nos han llevado a este ruina. ¡Cuánta depresión! ¡Cuánta indecencia! ¡Cuánta inmoralidad! ¡Y cuánto ingenuo que sigue creyendo que nos dicen la verdad!

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