UNA HISTORIA PARA NADA

Cumplir años no sólo es un signo de felicidad: se está vivido, se está sentido; y se ha sido y se es para seguir siendo uno en su unicidad; es también cubrir otra etapa de una historia: la historia de tu vida. Porque vivir es construir una historia; y, afortunadamente desde la nada, desde cero. Y se repite una y otra vez... Sí, se acumulan concientos científicos a lo largo de la historia de la humanidad, pero, por suerte, también se acumula la ignorancia colectiva de millones de generaciones. ¿Cuántos no acabarían de construir su historia de saberse, de conocerse, la que construyeron muchos otros ya antes en parecidas circunstancias sociales o lugares?

De cero se parte; y al cero se llega. Es el cero, es la nada; la nada, el cero del círculo cerrado de la ignorancia, totalmente renovada y re-sentida en cada generación que llega a la vida. Y al igual que llegamos a ella, a la vida -ignorantes de la nada-, nos vamos de ella -ignorados de todo...

Y todo sucederá en la más absoluta ignorancia sobre qué es este lugar llamado tierra, tan movido y tan moviéndose, suspendido en lo que llaman "El Universo del Mundo"...

Será entonces el fin de la historia, de otra historia; para entonces sólo quedarán los recuerdos de la nada entre el resto de ignorantes que llegaron a apreciarlo, a odiarlo y/o a amarlo...

Vivir es construir una historia para nada.