sábado, 15 de mayo de 2010

MEJORÍAS... ATROCIDADES...

Hoy, en la tarde, ya me encuentro mejor. Las sibilancias pulmonares son ya menores, aunque al toser veo las estrellas... Y recibo al sobrino farmacéutico (mi asesor-sanitario) que me trae todo tipo de química, amén de la crónica de la que ya dispongo... Como hombre de fe que ya no cree en nada, me admiro aún creyendo en algo: creo en la química...
Y con este cuerpo agotado, repaso por encima y en el facebook las noticias y los titulares. Definitivamente, en este nuestro espacio público están sucediendo demasiadas cosas; y casi ninguna sin sentido... Dicen que nada es gratuito; pero en este país es gratuita la mentira y la indecencia de los actores sociales; y mientras más notoria y pública es aquella mentira, menos denuncias recibe por el resto de la sociedad. Muchos, incluso las aplauden... Y un país en donde a un Juez le sucede lo que a Garzón, por mor de un grupo de fascistas como Manos Limpias y falangistas trasnochados, amén de políticos salpicados por sus denuncias, con un poder judicial como el que tiene, con unos grupos políticos tan escasamente democráticos en sus estructuras internas, con una cámara como el Senado que no tiene sentido ni contenido, con un cuerpo legislativo permanentemente en cuestión, con un enorme fracaso colectivo en educación, con una tremenda desigualdad en el reparto de la riqueza nacional, con unos medios de comunicación parciales, manipuladores y escasamente autorregulados por la honestidad profesional, amén de arruinados en busca de impostor, con un sistema financiero opaco, con unas Cajas de Ahorros mal gestionadas, con enormes agujeros, y en manos de políticos locales sin rigor ni especialización, con una clase empresarial mendigante de subvenciones para sobrevivir (eso sí, que no me controlen luego), con unos sindicatos adocenados por el establecimiento, con un sistema electoral que prima la opacidad, a los grandes partidos y a los territorios, con un mapa autonómico excesivamente inoperante (el café para todos fue un gravísimo error), con unos ayuntamientos arruinados, con cinco millones de parados, con miles y miles de millones de beneficios, en cambio, del sector financiero tras sus rescates, y con pensiones y bonus desorbitados para sus ejecutivos, etcetc..., un país así no puede ir ya muy lejos.

Y en vez de dedicar su tiempo a solucionar estos asuntos, nuestros políticos, nuestros representantes (eso dicen, pero a mi no me representan), andan a la greña. Unos, los que suponemos nuestros, nos traicionan con medidas que debían tomar los otros. Y los otros, nos dicen que éstas medidas sólo traerán más desgracias...

Hoy, en la tarde, ya me encuentro mejor... Las silibancias remiten; pero en las afueras no brilla la luz, ni se la espera...

P.S. Gracias, Rafael Ballesteros, por tus cariñosas palabras... La semana que viene nos vemos, que tenemos que reírnos...

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