martes, 1 de junio de 2010

TRAS UNA MALA NOCHE...

Un amanecer perezoso, tras una mala noche (un mala noche la tiene cualquiera: estoy cogido de lo mío), no impidió disfrutar de su hermosura...
La mar estaba quieta como un embalse, y la luz era blanca como un silencio...
La ausencia de viento impedía las olas, y las orillas estaban ausentes de espumas...
Todo era quieto como un instante... Y así, el amanecer alcanzó la mañana...

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