miércoles, 9 de junio de 2010

AMANECE DE LLORAR...

Amenece encapotado, como si los cielos quisiesen llorar; de rabia, de desconcierto, de desconsuelo... El hombre está tan ligado a la tierra que también ella sufre de los sentimientos humanos; tiempos difíciles, tiempos grises... Y tiempos sin luz... Pero siempre nos quedará la utopía, aquella que nos hace caminar (Galeano). Y así, al alcanzar la bahía de Málaga se iniciaba el claror del día para iluminar la mañana...

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