sábado, 23 de enero de 2016

UN VIERNES CONVULSO (II)

Ayer, viernes 22 de enero de 2016, se sucedieron dos hechos que cambiaron los pasos de todos los grupos políticos surgidos de las recientes elecciones generales en España. Dos hechos que para nada fueron fortuitos sino que, más bien, mucho nos tememos que fueron pactados de antemano por los que los llevaron a cabo.

Ayer, casi al mismo tiempo, supimos del chantaje de Pablo Iglesias a Pedro Sánchez y de la retirada temporal, cual monje al convento, de nuestro ínclito Presidente del Gobierno por faltas de apoyos a su investidura, dice. Y así, si uno chantajeaba a Sánchez imponiendo condiciones a un supuesto gobierno de PSOE-Podemos, con exigencias como la de ser el segundo de aquel, y al que no dejó de insultar una y otra vez, el otro, escondido en Palacio, dice que por ahora no se presenta, volviendo a escenificar ambos un nuevo episodio de la eterna pinza PP-Podemos desde los tiempos de Anguita, tras lo cual deja a Pedro Sánchez como el único político responsable en este país; responsabilidad que asumirá con valentía; entre otras cosas porque la historia del PSOE así lo avala: el Partido Socialista es el único partido español que tiene más de un siglo de existencia y que siempre ha estado al servicio de los españoles y articulando este complejo país en los momentos más importantes de su historia; y estoy convencido de que Sánchez no fallará y el PSOE estará a la altura una vez más…

Y como que este viernes de las escenas y los chantajes ha trastocado los pasos de todos, y dándole muchas vueltas y con muchos pareceres contrastados, creo que lo razonable podría ser lo siguiente:

1. Que Pedro Sánchez presente su candidatura a la Presidencia del Gobierno en el Congreso de los Diputados abierto a todo tipo de alianzas. Sólo así se visualizaría con claridad su proyecto de país y sus soluciones, y, sobre todo, se visualizaría cuánto de verdad hay en la propuesta del líder de Podemos, y cuántos apoyos tendrá de la responsabilidad de otros grupos de la cámara cuando el pueblo español ha votado por la necesidad de los consensos amplios y de los acuerdos entre todos.

2. Supongamos que en segunda votación Sánchez obtiene los apoyos suficientes. Se habrá solucionado el embrollo temporalmente y España tendrá Gobierno y el parlamento volverá a ser el centro fundamental del debate político y de las grandes decisiones. Durará poco este Gobierno, de conseguirse, nos tememos.

3. Si Sánchez no obtiene los apoyos suficientes, al menos habrá demostrado que asume la responsabilidad que otros no han querido asumir y se han escondido, o han chantajeado al PSOE para abortar cualquier tipo de acuerdo.
Sánchez habrá demostrado así que ha estado a la altura de las circunstancias y que es la opción de futuro responsable para este país; más allá de que habrá escenificado la puesta de largo de todo un programa de gobierno y habrá puesto sobre la mesa de las negociaciones un proyecto de país con soluciones para el asunto territorial y las políticas sociales.

4. Será entonces el tiempo de nuevo para Rajoy, si es que ha sobrevivido en el convento y no le ha ocurrido como aquel Papa que traicionaron los suyos y desapareció 'definitivamente' en un mes.
En el PP estará entonces la responsabilidad de llevar al país a unas nuevas elecciones o a buscar los apoyos que negó a Sánchez y a otros.

Sí, ayer fue un viernes convulso donde de nuevo la pinza PP-Podemos volvió a brillar y a cambiar los pasos de todos…

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