La llamada correspondencia de cartas era definida como "una conversación entre ausentes" (esta deliciosa definición la leí hace poco en una de las páginas culturales de AHORA, en su nº de navidad), conversación entre ausentes que el mundo moderno está acabando con ella, dado el fenómeno tecnológico de internet.
Pero en España, de vez en cuando, y ya desde los primeros tiempos de la Transición Política, es constante ver aparecer aquello de LOS ABAJO FIRMANTES... Unos abajo firmantes que por entonces se peleaban por aparecer en esas listas de abajofirmantes con tal de no perder comba de progresía y notoriedad...
Claro que ahora los abajofirmantes son todos ex de algo; excandidato perdedor de elecciones internas y que dice al ganador lo que debe hacer; exalcaldes que nada son ya, salvo su pasado; exdiputados en listas cerradas que se otorgan el estatus de ser elegidos por la ciudadanía desdeñando el que los son por las siglas que representan y no por su persona en concreto, persona que apenas unos pocos conocen...
En suma, esto de los abajofirmantes estaba muy bien cuando no había representación democrática; pero hoy, estos abjofirmantes sólo se representan a si mismos y a nadie más. Y lo que ya no es de recibo es dar lecciones y consejos al ganador de un proceso en el que algunos de los abajofirmantes han participado y perdido...
Pero en España, de vez en cuando, y ya desde los primeros tiempos de la Transición Política, es constante ver aparecer aquello de LOS ABAJO FIRMANTES... Unos abajo firmantes que por entonces se peleaban por aparecer en esas listas de abajofirmantes con tal de no perder comba de progresía y notoriedad...
Claro que ahora los abajofirmantes son todos ex de algo; excandidato perdedor de elecciones internas y que dice al ganador lo que debe hacer; exalcaldes que nada son ya, salvo su pasado; exdiputados en listas cerradas que se otorgan el estatus de ser elegidos por la ciudadanía desdeñando el que los son por las siglas que representan y no por su persona en concreto, persona que apenas unos pocos conocen...
En suma, esto de los abajofirmantes estaba muy bien cuando no había representación democrática; pero hoy, estos abjofirmantes sólo se representan a si mismos y a nadie más. Y lo que ya no es de recibo es dar lecciones y consejos al ganador de un proceso en el que algunos de los abajofirmantes han participado y perdido...
Repito, en democracia la representación pasa por un proceso de elección directa por los ciudadanos afectados por aquella representación; lo demás, vanidad y pulpiteo...
Definitivamente, los abajofirmantes están como ausentes...
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