domingo, 17 de enero de 2016

21 AÑOS YA...

En 1995, tal que hoy, es decir, hace ya 21 años, moría en Coimbra uno de los más grandes escritores de la Iberia, heredero de Camoes, de Cervantes y de Pessoa...
Miguel Torga (seudónimo de Adolfo Correia da Rocha, como homenaje a Cervantes y Unamuno, a los que admiraba) amaba a España y lo manifestaba constantemente, a la que visitó durante y después de nuestra Guerra Incivil. Y se sentía andaluz o catalán, o vasco o castellano y gallego, al igual que amaba inevitablemente la tierra que lo vio nacer y que vio por vez primera, aquel Trás-Os Montes que atravesaba el Duero, el otro gran río de Portugal y que hasta allí lleva España...
Era médico, otorrino y cirujano; de origen muy humilde y que gracias a un tío suyo pudo estudiar; aquel tío que lo llevó siendo muy joven a Brasil, la otra Portugal del pasado, la atlántica, la derrotada y perdida: la del imperio y la de la memoria colectiva...
Sí, su profesión-pasión era la medicina, a la dedicó toda su vida con fruición, cuando los médicos lo eran vocacionales, no trabajadores de la sanidad como hoy se les reconoce. Porque era un gran humanista, ese tipo de hombre que siente siempre una constante admiración y solidaridad para con sus semejantes y que nada les apasiona más que conocer sus adentros... Sí, un gran humanista, un devoto amante de la Iberia toda y un poeta inmenso que escribía para sobrevivirse y comprenderse en aquellos años terribles de dictaduras y miedos; conoció la cárcel de Salazar, la tortura, las miserias del hombre y sus complicidades con el mal y las tinieblas... Pero amaba la vida y siempre tuvo esperanzas; porque no podía vivir sin ellas, dijo, y quería vivir...
Durante toda esta semana he estado subiendo textos suyos, poemas, fotos, etc, intentando un pequeño homenaje a un hombre imprescindible en la historia colectiva de Portugal y de España, y, sobre todo, en mi vida ya.






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