SOY YO QUE VINE A TI
Y los árboles se mecen cansados de aire; el sol, quieto, preside los asombros...
Hace frío: es el viento que enfría los cuerpos,
y la arboleda baila entregada a lo eterno en su misterio...
Cuando era pequeño, cuando apenas nada,
el viento me llevaba...
Habrá que salir; como por entonces,
el viento me llevará... A ti, a tu encuentro...
Y adonde quiera que estés, allí me llevará; y ante tu quietud, te diré:
soy yo, que vine a ti, desde lo insoportable y lo lejos, empujado por los vientos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios