Nadie te conoce cuando estás en la miseria.
Ni tú mismo, porque nunca te lo esperas...
Pero puede suceder:
para entonces, sólo seremos unos desconocidos.
Ni tú mismo, porque nunca te lo esperas...
Pero puede suceder:
para entonces, sólo seremos unos desconocidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios