Nos pasamos la vida volviendo...
Volvemos, constantemente, a la infancia;
a los primeros paisajes, a las primeras gentes...
Y volvemos también a los mismos lugares que nos cautivaron,
y que siempre nos vuelven a atrapar como la primera vez...
Volvemos también a los mismos rincones,
a los mismos hoteles; y a las mismas mujeres,
a las que quisimos y nos quisieron...
Y volvemos a ver las mismas películas que nos hicieron temblar;
de amor, de odio, de pasión y de tristeza...
Y volvemos también a oír las mismas músicas,
aquellas que nos hicieron sentir la vida
y nos elevaron a ciertas alturas...
Y volvemos a sentir lo mismo que aquella primera vez;
o acaso, melancolía...
Y como no, volvemos siempre a los mismos libros,
a los mismos textos, a los mismos autores...
Aquellos que ya se quedaron para siempre en nuestras almas,
en nuestras vidas y en nuestras memorias...
Algunos, además, los llevamos incrustados para siempre en nuestra piel...
Es el caso de Fernando Pessoa, al que vuelvo constantemente; o quizá, del que nuncanojamas me fui...
Y en esta ventosa mañana, recién al despertar, estos párrafos del Libro del Desasosiego me emocionan una vez más...
"Un hombre puede, si posee verdadera sabiduría, disfrutar del espectáculo completo del mundo en una silla, sin saber leer, sin hablar con nadie, sólo mediante el uso de los sentidos y el alma no saber estar triste..."
