jueves, 31 de enero de 2008

POR FRANCIA, EN MARBELLA

Anduve por Francia con 18 años. Un amigo que fue alcalde de Málaga, Pedro Aparicio, escribe en un periódico de la ciudad una columna todos los sábados. Y en una de ellas, coincidiendo con las elecciones francesas que ganó Sarkozy, escribió que "lo malo de haber estado con 18 años en París -él también lo estuvo con esa edad- es que, a partir de entonces, en la vida todo va a peor". Una forma muy exquisita de declarar su amor por aquella ciudad.
Recuerdo que cuando llegué a Lyon (yo vivía en aquella ciudad; iba a París de cuando en vez, pero vivir viví en Lyon, una soberbia ciudad, ¡con dos ríos!...) G. Moustaki era el artista de moda... Y me traje para España su mítico disco Le Meteque, recién salido... Al poco, también triunfó en España... Y siempre creí que era francés; es más, en ese egocentrismo que tienen los franceses para hacer suyo todo lo bueno, ellos, los propios franceses, alentaban el mito de que era francés, cuando pronto supimos que era griego... En cualquier caso, mediterráneo... También los franceses hicieron suyo a Picasso, con el consentimiento de este: a fin de cuentas uno es de donde lo acogen, de donde come o de donde vive los mejores años de su vida...
Ayer estuve en Marbella todo el día (esplendoroso mediodía mirando al mar en el Hotel El Fuerte) y me acordé de aquellos días en Francia