jueves, 31 de enero de 2008

AQUELLOS AÑOS...

Aquellos años, en Málaga, cuando la vida era algo más que estudiar en la Universidad, nos quedábamos hasta altas horas de la madrugada despiertos para salir a pintar (normalmente intentábamos hacerlo por las zonas más céntricas de la ciudad), o a buzonear panfletos bajo las rendijas de las puertas de las silenciosas casas de las barriadas de clase social que pensábamos más cercanas a la izquierda y al descontento con la dictadura... Y de vez en cuando entrábamos en algún bar que en la noche seguía abierto... Y allí encontrábamos todo tipo de personajes, jóvenes y no tan jóvenes, todos casi alcoholizados, y casi siempre se oían rumbas... Esas noches empecé a temerme que la gente estaba en otra historia; se movía por otros parámetros...
Y sin que hubiese llegado aún la democracia, ya por entonces empecé a descreer de la conciencia de clase de los más desamparados... Siempre pensé que con estos materiales humanos que había producido el tardo-franquismo, con generaciones sucesivas de descreídos y desolados seres humanos, poco podíamos hacer...