jueves, 17 de enero de 2008

EL DIA AMANECIO LUMINOSO...

El día amaneció luminoso y decidí bajar a ver el mar, el siempre mar... Mi mar; el siempre mi mar... Con el azul de su calma; y el rumor de su sosiego... Y la luz de su belleza, tamizada por la blancura del sol...
Y entonces, uno comprende la grandeza y sentido de la naturaleza: algo tan inexplicable como la vida; algo tan hermoso como lo eterno...