sábado, 17 de septiembre de 2011

LOS ABANDONOS


El declive del verano se inicia con una luz más blanquecina en el amanecer, ya más tardío, del día, así como en sus atardeceres, más suaves y más tempranos hacia la noche. Pronto llegará el otoño, ese tiempo, esa estación de los abandonos...
Yo vine al mundo en otoño; quizá por eso siempre tuve miedo a los abandonos: venir al mundo es una forma de abandono. Ya desde muy temprano, me dolía abandonar la casa (fuimos libres y ciertos en aquel enorme jardín afrancesado de los abuelos, a donde nos llevaron por las circunstancias y otros abandonos); como de adolescente y de joven prefería quedarme pintando, o leyendo prensa, libros prohibidos, u oyendo músicas en francés: no me gustaba abandonar lo que amaba para salir a jugar o a estar con la pandilla... Y de salir, me gustaba más hacerlo con gente más mayor, para aprender algo; no hablaba, oía... No comentaba, me asombraba... 
¡Cuántos paseos por La Alameda, con J.M. Vellibre, P. Villalobos y el hermano Modesto!... Trío fundamental en mi vida y en la de tantos primos y amigos de mi generación, de mi pandilla... De ellos aprendí a amar la filosofía, a indagar en los clásicos lo que los contemporáneos nos ocultaban... Y de ellos aprendí la pasión por discutir (la verdad siempre será compartida a través de pequeñas verdades de cada cual, con sus matices, con sus dudas), a la dialéctica, a la tertulia... Dos de ellos hace tiempo que se fueron, que nos abandonaron, pero no se nos fueron: nunca los he olvidado; sería como olvidarme yo mismo... Y eso, por ahora, no es posible en ningún ser humano: somos lo vivido; y sólo seremos lo que ya nos queda por vivir...
Y ya, para siempre, tuve miedo de los abandonos: mi hermano Modesto me dejó muy solo; quizá porque me entendía: él también odiaba los abandonos y era mi consuelo. 
Y ya, desde entonces también, nunca me ha abandonado el miedo a los abandonos... Cuando el declive del verano ya me anuncia un tiempo nuevo de abandonos...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios