jueves, 8 de septiembre de 2011

LA LIBERTAD


Día de la Virgen de la Victoria. Una nueva muestra de lo escaso del laicismo en el espacio público español: es fiesta local en Málaga. Claro que esto permite un día de descanso; un día sin obligaciones más allá de la vida... Eso que llamamos hacer lo que nos apetezca en libertad; eso sí, sin molestar al de al lado... ¡Qué aspiración más eternamente noble! Quizá en eso consista la certeza de la felicidad, más allá de instantes aisladamente libres y pasajeros... 
Si lo analizamos detenidamente, sólo somos felices, o creemos que sentimos la felicidad, cuando se producen esos instantes -cortos por desgracia- donde gozamos de la libertad plena y sin límites; bueno, uno tan sólo: el límite del respeto al otro... Y así, Lorca dijo aquello de “en la bandera de la libertad bordé el amor más grande de mi vida”, y Luis Cernuda, escribió estos hermosos versos:
... "Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien
cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;
alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina,
por quien el día y la noche son para mí lo que quiera,
y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu
como leños perdidos que el mar anega o levanta
libremente, con la libertad del amor,
la única libertad que me exalta,
la única libertad por que muero.
Tú justificas mi existencia:
Si no te conozco, no he vivido;
Si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido".
Es la libertad de vivir; o de amar... A veces, sin aire; pero libres... Aunque sea sin ti (que hoy tampoco te nombro)...

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