Hasta el pasado siglo, las crisis económicas profundas se resolvían con guerras; bien territoriales; bien religiosas (como justificación); es decir, ideológicas y de forma de producción. No lejos quedan Papas liderando cruzadas...
Pero hoy el enemigo son los bancos, y casi todos están arruinados.
¡Enorme tragedia, y no sólo griega!...
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